sábado, 10 de octubre de 2020

Puma Punku

 

Puma Punku, también llamado "Pumapunku" o "Puma Puncu", es parte del complejo monumental de Tiahuanaco cercano al poblado de Tiwanaku en el Departamento de La Paz, Bolivia. Se encuentra al suroeste del Templo de Kalasasaya. En aimara, su nombre significa, "La Puerta del Puma". El complejo consta del Pumapunku, una corte al occidente sin muros, una explanada central, un montículo de terrazas de piedras megalíticas, y un corte amurallado al occidente.


Cerca del lago Titicaca, en Bolivia, hace casi ya 500 años se descubrieron las ruinas de Tiahuanaco, la ciudad de una civilización previa a los Incas, que se estima albergó a unas 420 000 personas. El complejo se compone por varios templos, vestigios de pirámides, monolitos y estructuras megalíticas que han llamado la atención de varios, pero hay una parte en particular que se destaca: Puma Punku.


Estas ruinas han generado mucha controversia y discusión entre arqueólogos, pues han levantado preguntas que aún no han sido posible responder. Al igual que otras antiguas construcciones como las pirámides, Nan Madol, etc., aún se teoriza sobre cómo fue construido este templo, puesto que hay gigantescas piedras (de entre 30 a 120 toneladas) erigidas, que no se sabe de qué manera se llevaron hasta ahí ni cómo las pusieron las unas sobre las otras.




El origen de estos templos es un misterio, pero basado en la datación por carbono del material orgánico que se encuentra en el sitio, los arqueólogos creen que el complejo pudo haber sido construido por el imperio Tiwanaku -una de la civilizaciones más importantes antes del Imperio Inca- que floreció entre 300 y 1000 después de Cristo.

Lo más intrigante de Puma Punku es el trabajo de la piedra. Puma Punku era un montículo de tierra en terrazas originalmente enfrentado con bloques megalíticos, cada uno con un peso de varias decenas de toneladas. Las piedras de arenisca y andesita rojas fueron cortadas en formas geométricas que encajan perfectamente entre sí sin utilizar mortero. La finura técnica y la precisión que se muestra en estos bloques de piedra es asombrosa. Es tal su precisión que ni siquiera una hoja de afeitar puede deslizarse entre las rocas.



Las piedras son de la proporción de un mamut. El más grande de estos bloques es 8 metros de largo, 5 metros de ancho y 1 metro de espesor, y se estima que pesa alrededor de 131 toneladas. Debido a su tamaño, el método por el que fueron transportadas a Puma Punku ha sido otro tema de interés desde el descubrimiento del templo. El análisis químico reveló que los bloques de arenisca roja fueron transportados hasta una pendiente pronunciada de una cantera cercana al Lago Titicaca, que se encuentra a unos 10 kilómetros de distancia. Los bloques de andesita más pequeños fueron utilizados para el revestimiento de piedra y tallas y provenían de canteras dentro de la península de Copacabana a unos 90 kilómetros de distancia del lago Titicaca.



"Los locales dicen que la ciudad se construyó en una sola noche, por seres gigantes que usaron la levitación para lograrlo".


Otro hecho que desconcierta a expertos son los agujeros perforados de manera equidistante y con la misma profundidad en las rocas, algo muy difícil de realizar utilizando herramientas primitivas. Además, hay ciertos bloques que tienen capacidades magnéticas y, al acercar una brújula, cambian el norte.



Lo cierto es que este sitio, hoy en día, está en ruinas y sus vestigios se encuentran regados por el suelo – otro enigma no resuelto pues pareciera que fue arrasada por una gigantesca ola, algo insólito por su misma ubicación –. Por lo tanto, solo nos podemos imaginar la magnitud y belleza de esta ciudad, algo que Edmund Kiss, arquitecto y arqueólogo alemán, intentó plasmar en dibujos publicados en su libro de investigación sobre esta ciudad.




Un ejemplo de alta precisión son estos pequeños agujeros. Con una base en evidencias circunstanciales, se puede argumentar que Puma Punku nunca fue construido por los Tiwanaku, sino por una civilización que era más avanzada. Tal vez los resultados de la datación de carbono están equivocados debido a la contaminación de las muestras, o que Puma Punku fue construida por otra civilización que llegó a través del océano, construyó el complejo y se fue.

Algunos creen que Puma Punku no podría haber sido construida sin la ayuda de seres extraterrestres. El complejo hoy está en completa ruina, con enormes bloques de granito distribuidos sobre otros.







Isla de la Luna

 La Isla de la Luna, también llamada Isla Koati, es una isla de Bolivia que se encuentra en el lago Titicaca, junto a la isla del Sol en el departamento de La Paz. Es una isla pequeña y cuenta con una superficie de 105 hectáreas. Presenta una orografía escarpada por los vientos y además por ser una isla altiplánica.



En la época del Imperio inca contaba con un templo denominado Iñakuyu o Palacio de las Vírgenes de Sol, donde habitaban las denominadas Vírgenes del Sol. El sitio era un acllahuasi o casa de las escogidas, en el que las mujeres aprendían variados oficios, sobre todo el tejido. Estas podían llegar a ser las esposas secundarias del Inca; se dice también que podían ser empleadas para el sacrificio.



El Palacio de las Vírgenes o Iñak Uyu, que es una de las estructuras mejor conservadas de este tipo en la zona del altiplano andino.

En el interior del templo se calcula que había 35 habitaciones y se observa un gran patio central en el que tenían lugar las ceremonias de culto al Inca.

El lugar era lo que se conocía como un Acllahuasi, que en quechua quiere decir ‘Casa de las Escogidas‘ y que eran unos edificios residenciales para las acllas, chicas que eran llevadas aquí por sus familias para que fuesen educadas y aprendiesen algunos oficios como el de la cocina o la elaboración de prendas de ropa.


El objetivo de esta educación era estar preparadas por si, en algún momento, eran elegidas como esposas del Inca, un gran privilegio en aquellos momentos. En la isla solo podía entrar el emperador Inca, máxima autoridad del imperio. Actualmente está poblada por pocas familias de indígenas de origen quechua y aimara dedicadas a la agricultura, el pastoreo y la venta de artesanías a los visitantes. Los idiomas que se hablan son el quechua, el aimara y también el español.


patio central del Palacio de las Vírgenes


Cómo llegar a la Isla de la Luna desde Copacabana

No hay muchas maneras distintas de llegar a la Isla de la Luna desde Copacabana, la ciudad base para las actividades en el lado boliviano del Lago Titicaca.


Los ferries salen desde la playa de Copacabana en dos horarios diferentes, a las 8h y a las 13h y el precio varía en función de si vas a parar o no en la Isla de la Luna. El billete para ir directo de Copacabana a la Isla del Sol cuesta 30 bolivianos, mientras que si quieres incluir la parada en la Isla de la Luna, el precio del billete es de 35 bolivianos (los precios son de 2020).

Para la vuelta, los barcos paran primero en la Isla del Sol, donde puedes bajar y coger el siguiente o seguir hasta Copacabana, el punto de partida de la excursión.







Sacambaya

 

Uno de los más misteriosos lugares de Bolivia, por sus historias de tesoros, su estado  casi inalterado, con la vegetación aún invadiendo las ruinas y la absoluta soledad en que se encuentra, las ruinas de Sacambaya son un verdadero tesoro escondido y desconocido para la mayoría de los viajeros. Fue construida por los Incas, posiblemente como una fortaleza.


Su acceso no es fácil y el lugar es bastante remoto, a 6 horas de viaje por caminos de tierra. Y luego una caminata de un par de horas.



El Origen del Misterio


La leyenda se remonta a 1760 y cuenta que una misión jesuita asentada en Sacambaya se rebeló contra el Rey de España y antes de abandonar la iglesia ordenó a un grupo de nativos que encuentre una cueva dentro del monte, donde llevaron una gran cantidad de tesoros: objetos de oro puro, metales preciosos y tejidos artesanales de más de 200 años, que ahora estarían avaluados en dos billones de dólares.

Según la página de internet bolivia.blogspot.com, hace muchos años, apareció un campesino que aseguraba conocer el lugar dónde se hallaba oculto el tesoro, pero nadie confió en él y no pudo trasmitir la ubicación en la selva.

La leyenda urbana cuenta que este hombre aseguraba que unos de sus antepasados había sido convocado al templo para trasladar el tesoro. Sin que nadie lo supiera, su hijo menor lo siguió y observó el trabajo que realizaron los nativos.


Cuando terminaron de guardar las riquezas, los hombres que participaron de la expedición fueron desapareciendo uno por uno y, cuando no quedó ningún testigo, los religiosos colocaron en la entrada de la cueva una enorme piedra en forma ovoide. El muchacho permaneció oculto entre los matorrales hasta que los hombres desaparecieron y recién retornó a su casa.


El único testigo contó el secreto a sus hijos, bajo juramento de que no lo comenten con nadie. Así pasaron los años, la historia se transmitió de generación en generación.

Pero, las investigaciones de Discovery Channel´s tienen otra versión de esta historia, que afirma que casi todos los jesuitas que se rebelaron en Sacambaya fueron ejecutados en Europa, menos uno, quien luego retornó a Bolivia para buscar el tesoro y convivir con una in- dígena. Fruto de esa relación llegaría una niña, quien de adulta se enamoraría de un viajero de Inglaterra, a quien le contó la historia del tesoro.


Parte de las ruinas de la muralla de Sacambaya


¿El Tesoro Maldito?

Durante siglos muchos buscadores de for-tuna vinieron a Bolivia con la idea de desenterrar este tesoro, aún a riesgo de recibir las maldiciones que rodean a esta leyenda o caer en las trampas que los jesuitas habrían colocado al interior de la cueva.


La idea de volverse inmensamente rico era más fuerte que cualquier peligro. Una ilusión que se fortalecía por la descripción que dejó en una carta, antes de morir, el Padre Comendador de la Compañía de Jesús y Conquistador de los 32 pueblos de Moxos por la Audiencia Real del politicario de Charcas, Fray Diego de Olivar.


El texto decía: “El oro en pepitas fue recogido del Valle Alto y fueron ocultas en el cerro Tutinqui... más abajo, al lado del oriente, encontrarán una piedra o puerta grande, que no se desplomará, porque está tapada por dentro con una piedra grande, ahí dentro están los huesos y cinco mil quinientos quintales de oro”.


El primer aventurero en llegar a Bolivia es el inglés Cecil Herbert Prodgers, quien se enteró del tesoro gracias a Corina San Román, hija de un expresidente peruano que tenía un documento que había heredado de un jesuita llamado Padre San Román.

Ahí, el religioso mencionaba que el tesoro se encontraba en una cueva en Caballo Cunco, un escarpado cerro de bosques donde se podía ver tres lados del río Sacambaya.


En 1905, Prodgers llegó con un pequeño equipo de trabajadores. Según los relatos, lograron romper la parte superior de la cueva, pero salió algún tipo de gas tóxico que enfermó al expedicionario, por lo que se vieron forzados a abandonar la búsqueda.

Años más tarde, el explorador Percy Harrison Fawcett insistió en el emprendimiento hasta que desapareció en el Mato Grosso, mientras buscaba una ciudad perdida.

No pasó muchos tiempo hasta que la noticia llegara a oídos del buscador de tesoros Sanders, quien visitó varias veces Bolivia y luego retornó a Inglaterra, para reunir fondos con inversionistas potenciales, argumentando que él había descubierto una cueva, donde halló un crucifijo y un mensaje que les advertía de los peligros sino se marcharan rápido.

Tras varios meses, logró reunir los fondos y en 1928 retornó acompañado de 20 hombres y un equipo moderno de bombas y de excavación, y máscaras antigás; pero, no volvió a hallar la cueva.

La misma suerte tuvo Alan Hillgarth, uno de los exploradores más importantes de la época, que se fue sin hallar fortuna. Tres décadas después, en 1960, los ingleses Mark Howell y Tony Morrison llegaron a Inquisivi, con un detector de metal de fuerza industrial, pero las lluvias no les permitieron realizar su trabajo. Recogieron su equipo y se marcharon.

Algunos libros de historia boliviana contienen referencias a minas perdidas y legendarios tesoros. En 1895, los historiadores José Zarco y Manuel Vicente Ballivián, en su libro “El oro en Bolivia”, insistían en la existencia de este tesoro.





Camino de Takesi El Camino del Inca

El Takesi, es un lugar precolombino que fue la ruta de los incas, inicia en Ventilla La Paz y concluye en la zona subtropical de los Yungas. 



EI camino del Takesi toma su nombre de un caserío ubicado en la ruta. Esta ruta prehispánica es una de las muchas que unían los diferentes pisos ecológicos, las zonas altas, con las cálidas, transitadas, desde tiempo inmemorial, por personas que intercambiaban productos tropicales con productos del altiplano, donde se asentaban las grandes culturas locales. También constituían vías de inmigración y conquista.

Se estima que la primera construcción del camino de Takesi data del periodo Formativo (800 aC a 400 d.C), habiendo sido usado por las diferentes culturas que les sucedieron, como Tiwanaku, Yungas, señoríos aymaras e Inka, para el movimiento o tráfico de personas y productos de consumo y valor simbólico. No obstante resulta muy claro que su uso fue intensivo durante el inkario, tal como se sabe de los reinados de Tupac Yupanki y Wayna Kapac. Cuenta con una extensión de 60 a 65 Km entre ventilla y Yanacachi, aunque su trazo se extiende hasta Puente Villa y Chulumani pasando por Villa Aspiazu, existiendo tramos que tienen una conservación muy buena.



Ubicación geográfica

Ubicado entre las provincias Murillo (Ventilla) y Sud Yungas (Mina Chojlla). El Takesi recorre una distancia aproximada de 45 kilómetro atravesando la Cordillera Real de los Andes en el abra del Takesi, a 4570 metros sobre el nivel del mar, aproximadamente el punto más alto del camino.

Un tramo de la ruta

El camino del Takesí es una calzada empedrada durante la época precolombina, gran parte de la cual aún se ha mantenido intacta. Cabe recalcar que esta vía es una de las mejor conservadas en la actualidad.

EI tramo comprendido entre la mina San Francisco y Mina Chojlla se conoce ahora con el equivocado nombre de Camino del Inca.

El Takesi sólo corresponde a un tramo, de uno mucho más largo que unía el valle de La Paz con los llanos orientales según el arqueólogo Oswaldo Rivera Sundt, este camino tiene cuatro tramos identificados:

El primero que nace en el valle de La Paz, para dirigirse a las alturas de Pampahasi en dirección a Ventilla y/o Mina San Francisco. Este tramo ha sido identificado en sus inicios; el resto, o se ha perdido o no ha sido identificado aún.

El segundo tramo corresponde al camino del Takesi,que parte de las proximidades de Mina San Francisco hasta la localidad de Mina Chojlla y continúa hasta Yanacachi.

El tercero, se inicia en Yanacachi para internarse hacia el pueblo de Chulumani.

El siguiente tramo, que parte de Chulumani, se internaría en el río de La Paz para dirigirse a la zona yungueña de La Asunta, y desde allí internarse en Alto Beni.

En la actualidad, estos últimos tramos se han perdido o permanecen ocultos entre la espesa vegetación; sin embargo, la apertura de caminos en la región de los Yungas ha provocado que éstos entren en desuso.


CAMINO PREHISPÁNICO "TAKESI" TOTALMENTE AFECTADO Y EN GRAVE RIESGO

En fecha 16 de febrero del 2014 la Sociedad de Arqueología de La Paz recibió una denuncia de parte del ciudadano español Vicente Hernandez Lisart, quien en un mensaje de correo remitió una foto que fuera tomada el 28 de junio del año 2014 en oportunidad de un recorrido que este hizo por la zona. Su denuncia indicaba que se comunicó que en aquella oportunidad se comunicó con un periodista si obtener respuesta y que el hormigonado que observó en el camino era una práctica contraria  al patrimonio cultural y arqueológico boliviano

Tras recibir la denuncia, la Sociedad de Arqueología de La Paz, publicó en su página web una alerta sobre esta situación para que se investigue e identifique a los responsables, toda vez que el daño al patrimonio es un delito penal y que todo ciudadano o entidad pública o privada que fuera testigo de este delito tiene la obligación de denunciarla ante las autoridades competentes, en este caso el Ministerio de Culturas y Turismo, la Gobernación y el Gobierno Municipal de la jurisdicción, para que estos procedan conforme a ley y remitan la denuncia a la fiscalía una vez corroborada la evidencia de haber existido el delito denunciado.


Finalmente se indicó que los funcionarios del Ministerio de Culturas llegaron a un “acuerdo” para que se retirase el el material de la rampla tras el traslado de la compresora, acción que fue ejecutada y que la inspección del 18 de febrero evidenció que la rampa fue retirada sin daño para el camino.

Hallazgos

En el sector del ascenso al abra, se pudo corroborar la existencia de algunos sectores que se encuentran intervenidos por gente de la misma comunidad, donde se observó que el camino fue ampliado, parcialmente destrozado y descontextualizado de su forma original, este daño fue provocado de forma manual con herramientas tales como picotas, palas y/o  azadones. Otros sectores pudieron ser intervenidos con maquinaria pesada tal como parece evidenciarse en la forma en la que los escombros fueron arrastrados. Algunos de los rasgos de afectación detectados son:

1.     Caída de plataformas.

2.      Daños a los canales.

3.     Hundimientos en el tramo de recorrido (Tramo Takesi)

4.     Depresiones profundas  con huellas claras del paso de esta movilidad.

Afectación a la estabilidad del camino y deterioro a la estructura misma



En esta imagen podemos evidenciar la apertura y la unión del camino del Takesi, se muestra el acceso creado para aprovechar  el tramo original del Takesi.

Conclusión 

La visita de la comisión de arqueólogos y especialista en minas de diferentes instituciones han permitido concluir lo siguiente en relación a la denuncia sobre la afectación de la actividad minera sobre el camino prehispánico de Takesi:

El trabajo de retiro del concreto, si bien ha parcialmente aminorado la incidencia visual y perceptiva, la afectación como efecto de la circulación de vehículos sobre el área y restituido parte de su imagen original, también ha agravado el empedrado por la carencia de un procedimiento cuidadoso, técnico o profesional para su retiro.






Bibliografía 



Ciudadela de Alcaya

Alcaya, situada a 290 kilómetros al sur del departamento de Oruro (frontera con Potosí) en la provincia Ladislao Cabrera. Este enigmático territorio es un sitio arqueológico por excelencia o museo etnográfico natural a cielo abierto. Muestra edificaciones pétreas circulares, utensilios, artesanías y restos humanos momificados (chullpas) de una cultura precolombina que, se cree, fue dominante en la zona. 




Alcaya, es una de las comunidades milenarias del municipio de Salinas de Garcia Mendoza en el departamento de Oruro, donde se conserva diversas leyendas, cuentos y ruinas que saben de la historia de este lugar.


 Es un lugar místico y espiritual, donde hacen miles de años vivió una cultura antigua. Según algunas investigaciones, en este lugar, había un pueblo donde habitaban aproximadamente 500 familias hace tres mil años antes de Cristo. Una comunidad ubicada entre Salar de Thunupa (salar de Uyuni) y Coipasa; cuyos habitantes fueron descendientes de la civilización Chullpa y es una de las civilizaciones andinas más antiguas de Bolivia.



Salinas de Garci Mendoza guarda este gran patrimonio histórico-cultural. Para muchos estudiosos y turistas, este lugar es una ciudadela de piedra y es considerada el sitio arqueológico más importante en el departamento de Oruro, dijo el alcalde municipal, Ciro Mamani Veliz a tiempo de mostrar los lugares impresionantes.

En este lugar, considerado un lugar atractivo y es calificada como "mágica", se puede ver cómo vivieron los Chullpas, su historia, sus herramientas y textiles que tienen miles de años.



Antes de visitar las ruinas se encuentra la comunidad de Alcaya donde viven alrededor de 50 de familias. En  este sitio existe una iglesia y un museo que son custodiados por la comunidad.



La ciudad de piedra está conservada, pero ya sin vida, solo como testigos mudos una infinidad de calaveras y chullpares depositados en medio de catacumbas.




Sus antiguas casas son una muestra de cómo vivieron en su época. Su organización eran por estratos sociales, los de la alta alcurnia vivían en la parte superior de los cerros Panturrani y Taypi Qollu, y las clases humildes en la parte baja.



Uno de ellos es donde está el ara, lugar donde se hacían los sacrificios; la otra parte es el cementerio, donde hay cualquier cantidad de cráneos tapados con rocas para su conservación.

El mirador es otro de los atractivos que está en la cima de los dos cerros, desde allí se aprecia la ciudad entera. Sin lugar a dudas la parte central está en el sector de la bajada donde se ubica la osamenta de la denominada "reina" que está custodiada por dos guardias, lo que hace suponer que aquel pueblo vivía en el matriarcado.

Las ruinas encierra toda la historia de una cultura, cuyos vestigios aún son evidentes pese al paso del tiempo.


En las faldas de los cerros Panturrani y Taypi Qollu fue erigida esta civilización a 4.000 metros sobre el nivel del mar. Casas de piedra, gradas, un cementerio subterráneo, osamentas al aire libre, piezas de trabajo y cerámica dejan evidentes a esta cultura.

En Alcaya se aprecian cráneos que se encuentran al descubierto, otros bajo tierra. Los comunarios de la zona les convidan cigarro y coca, porque consideran que aún sus almas habitan por allí.


CÓMO LLEGAR: El ingreso puede ser posible tanto por la ruta Inter volcánica, como la intersalar, a partir de la población de Salinas de García Mendoza desde donde se avanza aproximadamente 10 km. rumbo a Alcaya.

                                




Incallajta-Pocona

Incallajta, es un complejo arqueológico, se encuentra ubicada en el municipio de Pocona, la fortaleza de Incallajta es un conjunto de edificaciones construidas en una superficie de aproximadamente 12 hectáreas. Se encuentra a 140 km. de la ciudad de Cochabamba, siguiendo el camino hacia Sucre. Tiene la forma de una plataforma aluvial inclinada, delimitada por quebradas profundas, lo que le da un carácter estratégico defensivo inmejorable.




Fue construida por el inca Tupac Yupanqui aproximadamente en el año 1470 y reconstruida por su hijo Wayna Kapac. La finalidad de la ciudadela fue detener el avance de los pueblos orientales como lo chiriguanos y otros de la Amazonia hacia los valles fértiles de Pocona y mas al oeste, de Cochabamba.

con unas dimensiones de 80 hectáreas, Incallajta fue la ciudadela mas grande del imperio Inca en toda la provincia del Collasuyo. Tiene una monumental arquitectura como bien lo grafica la estructura Kallanka, imponente construcción de 25x78 metros de alto, siendo la mayor estructura de una sola nave de toda América precolombina. Existen además edificaciones construidas de manera especial, delimitadas por quebradas profundas que le confiere una característica estratégica para la defensa. también tiene grande patios y plazas circundadas por murallas y construcciones que dan hacia espacios abiertos.

Pocona, fue fundado en el siglo VII siendo un lugar muy tranquilo, de gente amable que ofrece alojamiento y comida a los visitantes. Posee gran diversidad y belleza en sus paisajes,  en sus diferentes comunidades como Chillijchi Chimboata, Khopi, Conda, Chiuchi. También los bosques de neblina en Yungas de Icuna Arepucho y Sehuencas, sitios donde tradicionalmente se sembraba la hoja de coca.



Este monumento tiene numerosos atractivos como: “La Kallanka” edificio de 22 mts. de ancho por 78 mts. de largo constituyéndose en el edificio techado más grande de las edificaciones precolombinas en América. En el sector occidental del sitio, se encuentra una estructura redonda aserrada, conocida como “El Torreón”, que según algunos investigadores fue un antiguo calendario astronómico, que sirvió para marcar las estaciones y las temporadas de siembra y cosecha.


En la parte oeste del Monumento, se encuentra la cascada o “Pajcha” y que seguramente sirvió no solo para el aprovisionamiento de agua de la zona, sino también para el culto a la Pachamama y a la fertilidad, hoy es uno de los indudables atractivos naturales del sitio.


Además de los monumentos arqueológicos, la zona presenta diversos atractivos turísticos de carácter cultural, como son los pueblos Khopi, Yuraj Molino, Chiuchi, Qollpa, Laymiña, Ch’illijchi, Chimboata y otros; además de la zona de Sehuengas, un lugar de belleza natural incomparable.





Cómo llegar

La parada de taxis a Pocona se encuentra en la calle Manuripi, esquina República en la ciudad de Cochabamba. El camino empedrado llega hasta el pie del Monumento.

  Ubicación: Municipio de Pocona, Provincia de Carrasco.                                                Altura: 2.950 msnm                                                                                                       Tiempo de Viaje: En Bus, 4 horas


Tiahuanaco o Tiwanaku


Tiwanaku se ubica cerca de la orilla sur del lago Titicaca en el Altiplano, a una altitud de 3.850 m., En la Provincia de Ingavi, Departamento de La Paz. La mayor parte de la ciudad antigua, que fue construida en gran parte con adobe, ha sido cubierta por la ciudad moderna. Sin embargo, los monumentales edificios de piedra del centro ceremonial sobreviven en las zonas arqueológicas protegidas.


Tiwanaku: Centro Espiritual y Político de la Cultura Tiwanaku comenzó como un pequeño asentamiento que luego floreció en una ciudad planificada entre el 400 d.C. y el 900 d.C. La máxima expresión de esta cultura se refleja en lo cívico-ceremonial organizado espacialmente con un centro orientado hacia el Puntos cardinales, construidos con impresionantes sillares de piedra labrados con precisión y dotados de un complejo sistema de drenaje subterráneo que controlaba el flujo de las aguas pluviales.

El espacio público - religioso de esta ciudad está conformado por una serie de estructuras arquitectónicas que corresponden a diferentes períodos de accesiones culturales: Templo Semi-subterráneo, Templo de Kalasasaya, Pirámide de Akapana, Pirámide de Pumapumku. Además, el político-administrativo de la zona está representado por estructuras como el Palacio de Putuni y Kantatallita. Este complejo arquitectónico refleja la compleja estructura política de la época y su fuerte carácter religioso. El monumento más imponente de Tiwanaku es la Pirámide de Akapana. Es una pirámide originalmente con siete plataformas superpuestas con muros de contención de piedra que se elevan a una altura de más de 18 m. Solo el más bajo de estos y parte de uno de los muros intermedios sobreviven intactos. Las investigaciones han demostrado que originalmente estaba revestida de arenisca y andisita y coronada por un templo. Está rodeada de canales de drenaje muy bien conservados. Los muros del pequeño templo semisubterráneo (Templete) están formados por 48 pilares de piedra arenisca roja. Hay muchas cabezas de piedra talladas en las paredes, sin duda simbolizando una práctica anterior de exponer las cabezas cortadas de los enemigos derrotados en el templo.

Al norte de Akapana se encuentra el Kalasasaya, un gran templo rectangular abierto, que se cree que se utilizó como observatorio. Se accede por un tramo de siete escalones en el centro del muro oriental. El interior contiene dos monolitos tallados y la monumental Puerta del Sol, uno de los ejemplares más importantes del arte de Tiwanaku. Se realizó a partir de una sola losa de andesita cortada para formar un gran portal con hornacinas a ambos lados. Sobre la entrada hay un elaborado friso en bajorrelieve que representa a una deidad central, de pie sobre una plataforma escalonada, con un elaborado tocado y sosteniendo un bastón en cada mano. La deidad está flanqueada por filas de pájaros antropomórficos y en la parte inferior del panel hay una serie de rostros humanos. El conjunto se ha interpretado como un calendario agrícola.

Los pobladores de esta ciudad perfeccionaron la tecnología de tallado y pulido de diferentes materiales pétreos para la construcción, lo que, unido a la tecnología arquitectónica, enriqueció los espacios monumentales. .

La base económica de esta ciudad se evidencia a través de los casi 50.000 campos agrícolas, conocidos localmente como Sukakollos, caracterizados por su tecnología de riego que permitió a las diferentes culturas adaptarse fácilmente a las condiciones climáticas. Las terrazas artificiales constituyen un importante aporte a la agricultura y posibilitaron una forma sustentable de cultivo y consecuentemente la evolución cultural del Imperio Tiwanaku. Estas innovaciones fueron retomadas posteriormente por civilizaciones sucesivas y se extendieron hasta el Cuzco.

La dinámica social de esta población del altiplano se sustentaba en fuertes componentes religiosos que se expresan en una iconografía diversa de imágenes estilizadas, zoomorfas y antropomorfas. El poder político e ideológico representado en diferentes soportes materiales se extendió hasta las fronteras hasta las vallunas de la población y las zonas costeras más apartadas. Muchas ciudades y colonias se establecieron en la vasta región bajo el dominio de Tiwanaku. El dominio político de Tiwanaku comenzó a declinar en el siglo XI y su imperio colapsó en la primera mitad del siglo XII. Tiwanaku: Centro Espiritual y Político de la Cultura Tiwanaku es una de las accesiones urbanas preincaicas más importantes de la región andina de Sudamérica. Tiwanaku: Centro Espiritual y Político de la Cultura Tiwanaku fue la capital de un poderoso imperio que duró varios siglos y se caracterizó por el uso de nuevas tecnologías y materiales para la arquitectura, alfarería, textiles, metales y cestería. Fue el epicentro del conocimiento y 'saberes ' debido a que expandió su esfera de influencia a los valles interandinos y la costa.

La política y la ideología tenían un carácter religioso y se incorporaron al ámbito de influencia a diferentes etnias que vivían en distintas regiones. Este carácter multiétnico se concreta en la diversidad estilística e iconográfica de sus materiales arqueológicos. Los edificios monumentales de su centro administrativo y religioso son testimonio de la fuerza económica y política de la ciudad cardinal y de su imperio.

Criterio (iii): Las ruinas de Tiwanaku son un testimonio sorprendente del poder del imperio que jugó un papel destacado en el desarrollo de la civilización prehispánica andina.

Criterio (iv): Los edificios de Tiwanaku son ejemplos excepcionales de la arquitectura y el arte ceremonial y público de una de las manifestaciones más importantes de las civilizaciones de la región andina.


¿Qué puedo ver en Tiwanaku?

Complejo de Kalasasaya: también llamado templo de las Piedras Paradas, es un lugar religioso construido por los Tihuanacotas en los primeros siglos de nuestra era. Con una extensión de 2 hectáreas, este palacio ceremonial alberga varias de las estructuras más importantes del complejo, tales como la Puerta del Sol, el Templete de los rostros y el Monolito Ponce.


Pumapunku: es un complejo monumental ubicado al suroeste de Kalasasaya. En Pumapunku se pueden encontrar colosales estructuras, como una corte al occidente sin muros, una explanada central, un montículo de piedras megalíticas y algunas murallas de gran envergadura. El atractivo de esta zona es la perfección con que estas piedras están labradas. Algunas de estas rocas se encuentran perfectamente lisas y forman ángulos perfectos.


Museo Cat y Museo lítico de Tiwanacu: estos museos se encuentran cerca del pueblo de Tiwanaku. Aquí se pueden observar aspectos más detallados de los Tihuanacotas, reflejados principalmente en sus vasijas antropomorfas, cerámicas con forma de animales y los vasos quero.








Bibliografía 

Puma Punku

  Puma Punku, también llamado "Pumapunku" o "Puma Puncu", es parte del complejo monumental de Tiahuanaco cercano al pob...